33

Especial!

Este número me gusta muchísimo. Se dice es un número maestro que tiene una vibración especial el cual envuelve amor incondicional, asertividad, comprensión profunda, infinita luz.

Son 33 años descubriendo quienes somos, dejando huella el uno en el otro. Años llenos verdaderamente de amor incondicional, de comprensión profunda y perseverando en conservar esa infinita luz que cada uno ha visto en el otro desde el momento que nuestras miradas se cruzaron.

Plata, rosas, azabache, ámbar, granate, perla, ébano, cobre y otros más ya están ensartados en el lazo que el amor ha trenzado al rededor de nuestros corazones. Este año añadimos el estaño, cuyo blanco plateado de estructura cristalina, reviste y protege a otros metales. Que con este estaño se revistan y protejan hoy , aún más, nuestros corazones contra todo aquello que atente contra nuestra unión, contra nuestra fortaleza que hemos construido paso a paso, momento a momento, vivencia a vivencia. Elemento cuya materia es firme pero al mismo tiempo moldeable, símbolo Perfecto de una relación que está más que consolidada y en la cual sus dos miembros saben cuanto y cuando ceder ante el otro y cuando mantenerse firmes ante sus voluntades y deseos.

Nuestro amor ha superado obstáculos, ha cosechado frutos, ha navegado en turbulencias, ha abrazado momentos inolvidables, nos ha acompañado durante más de 3 décadas en este maravilloso viaje.

Nuestro amor es altamente brillante como la plata, resistente, con sentimientos que no envejecen, sentimientos que resisten la corrosión que en muchos ocasiona el tiempo.

Poder despertar y sentirse feliz al observar a quien amas a tu lado es una bendición, sentir su calor, sus latidos, es motivo de alegría y gratitud. Y aunque todos nuestros amaneceres no han sido iguales, todos ellos nos han traído y transformado en quienes somos ahora. Continuamos este viaje juntos, deseando por lo menos otros 33 a tu lado para poder como dice la canción:

“…amarte por mil años más…
Yo siempre supe que te encontraría…
Te miro y puedo decir que podría morir y esperarte una vida.
Te amaría por mil años más, amarte por mil años más…”